El viento del oeste, Céfiro, toma tu criatura,
¡Qué mejor peine que el viento, mujer!
Tu flujo mestizo desciende más allá de tus ingles,
Y una vez más el triángulo de tu cuerpo me recuerda
La precisión de tus respuestas; son estas las últimas,
Sí, y los últimos hombres que perdieron la lengua para no
Caer en la trampa de tu lenguaje imaginado.
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